Parece que le vamos cogiendo el gustillo a esto de enseñar nuestros looks. Así que hoy me animo yo, Chloë, sin necesidad de que Amira me persiga ante el asompro de nuestros compañeros de oficina que todavía no consiguen entender qué hacemos dando vueltas con la cámara del móvil...
Hace tres semanitas tuve una boda. La última de este año (he de admitir que no me gustan especialmente las bodas y que este año he acabado un poco saturadita). Se casaba en esta ocasión un amigo de infancia, francés, de origen indonesio y con el que he compartido muchísimas cosas. Sabía que sería una boda sencilla así que no quería nada demasiado especial. Finalmente este fue el modelo elegido...
Reconozco que lo dejé todo para el último momento. Lo compré dos días antes de la boda, ya inmersa en la desesperación del "qué me pongo?!?!?!". Pero bueno, la verdad es que al final me quedé contenta con el resultado. Este es el vestido, de Massimo Dutti. El tejido es una mezcla de algodón y seda tan agradable... El cuello es muy cerradito por delante y algo escotado por detrás aunque no se ve.
Para romper con el total black me compré este cinturón en Blanco. Al principio no me llamó especialmente la atención pero pensándolo bien me pareció original y adecuado para un vestido de líneas tan sencillas.
No me compré zapatos. Me puse unos peeptoes rojo cereza que mi chico me regaló hace ya casi 3 años...
Y para completar, complementos plateados. Clutch (Musgo), pendientes de aro (Musgo) y pulsera de Swarovsky (regalo de mi suegra en mi último cumpleaños).
El sitio era precioso. En el Sur de Francia, en las Landas, en una antigua granja rehabilitada... Además la fiesta continuó al día siguiente. Yo la verdad es que ya tenía el cuerpo de "día después" así que tampoco me esmeré especialmente con el modelito.
Así dije adiós a la temporada de bodas... Reconozco que nunca me apetece y al final me lo paso genial. En fin, de momento ya hay alguna a la vista para el año próximo...